Adelantado en el tiempo
Munster campeón del apertura 2018
Después de las lesiones de
Gancho (que se sacó un ojo destapando una sidra caliente en marzo de 2014) y de
la partida en diciembre de 2013 de Hernando (que fue a pasar Navidad a Misiones
y no se ha vuelto a saber nada sobre él) el Munster debió salir a buscar
refuerzos en el mercado de pases.
Para el torneo inicial de
2018, el DT Jou buscó incorporar a un viejo fundador del equipo, Bruno Emilio
Mazzola, también conocido como El Perro. Para hacerlo, lo citó en su penthouse
de San Telmo y le dijo que lo necesitaba. El Perro se rió un rato largo y luego
le dijo que estaba pesando casi 120 kilos. Hacía 2 años lo habían echado del
Rumme, se había asociado a Lofrano en la compra-venta de automóviles, y ni
pensaba en patear un balón. Además, le recordó que estaba a cargo de dos hijos (uno
adoptado y otro propio, según él) y
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El salvador |
que, por otra parte, tenía los tendones de
los tobillos como un hilo de pizza. Jou pensó bien antes de hablar. Destapó un
Amargo Obrero que estaba sobre la mesa ratona, encendió un pucho, y dijo que
ésta vez la cosa venía en serio. De hecho, ya tenía asegurado el regreso del
Mariscal Fariní para su torneo despedida (padecía sífilis y pronto moriría) y
el Cabe, que debido a su chuequera jugaría montado a caballo.
Jou hablaba con suficiencia.
Sus palabras sonaban pesadas. Su puesto de vicepresidente al lado del Momo
Benegas le había traído confianza, además de enfermedades y algunos vicios. Su
cara redonda evidenciaba que ya no podía hacer la banda derecha. No era
solamente la acusación de asesinato a su mujer en la noche de bodas que lo
perturbaba. Además de un gesto cuasidepresivo y la voz rasposa, físicamente lucía
distinto. Desde que había comenzado a consumir corticoides con DRF, 3 años
atrás, había subido la friolera de 52 kilos. “Dale, viejo”, le rogó a Bruno,
mientras le ofrecía una medialuna rellena de jamón y queso masticada, hecha por
la mamá para su último cumpleaños.
El Perro le pidió, como solía
hacer, unos días para pensarlo. Se creía un ex jugador, y ahora un amigo lo
trataba como un héroe, un salvador. Pensó, incluso, que Jou había enloquecido, que
lo sobreestimaba. Pero no estaba al tanto de que desde otro wing también lo
querían seducir: el Paragua, que vivía en Comodoro Rivadavia desde octubre de
2014, le estaba escribiendo un mensaje de texto en ese mismísimo momento.
"PERRO DE MIERDA, SI VOS VOLVÉS, YO VUELVO".
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La orejona tan deseada |
Sin saberlo, se estaba
gestando el plantel exitoso del 2018. Cuando el Perro leyó el mensaje en voz
alta, Jou tosió y fue consciente de que arañaba el eccema de pulmón. Mientras
tanto, Juan se metía los dedos en el baño del Mc Donald´s de Adrogué.
Paradójicamente, Jou le insistía en que debía bajar "algunos kilitos
más", pero nunca le decía cuánto. Estaba claro que el ex gordo (devenido
en bulímico-anoréxico) no estaba en los planes del nuevo DT.
Vale la pena hacer un
racconto de cómo llegó a ser el técnico Diego. Luego de una serie de fracasos
donde el mismo Juan, luego el Paragua, luego Martín, luego Tobi, luego Braian
en su doble rol de enlace y DT, y luego el Vasco, demostraron no tener
capacidad para conducir un plantel con jugadores tan conflictivos, surgió su
nombre. Habían sido campañas pésimas. Recordemos la temporada 2015, por solo
citar un ejemplo, donde el DT Pablo Cadel dejó afuera a Guille de la
convocatoria "por razones tácticas", y pocas semanas más tarde le dio
la titularidad y capitanía ante la sorpresa del resto de los jugadores. Tiempo
después, Martu, entre una humareda dulce y ojos chinos, deslizó que a Guille
"es mejor tenerlo cerca porque le gustan las casadas". Tuviera razón
o no, lo cierto es que Guille nunca volvió a ser suplente bajo ninguna gestión.
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Fachaaaaa |
Mientras Jou terminaba el
paquete de Melba y tramaba una nueva cometa en el sindicato, la generación
dorada del submarino se preparaba, pese a estar pisando las cuatro décadas,
para dar el batacazo.
Algunos meses antes de la
convocatoria en lo de Jou, el eterno Presidente Cocoy hacía descender su
helicóptero en la Casa Rosada. Junto al Rígido Raggio, en el invierno de 2014,
le presentó un proyecto a la Presidenta Cristina Kirner, donde se auguraba el
fin de la tos tuberculosa. Habían conseguido la audiencia unas semanas antes,
bajo la promesa de poseer un inyectable capaz de detener la expectoración de RR
(que sería el modelo usado en la audiencia) e incluso curar el hombro del
paciente, en caso de que se le saliera de lugar al convulsionar. Nunca se supo
si la presentación del proyecto fue exitosa, ya que todo quedó entre las 4
paredes del despacho presidencial. Sin embargo, es innegable que esa fecha
coincide con el alza del patrimonio del que nunca dejó de ser superministro,
contador y presidente del TIM, registrado en la AFIP como "Munster
Administradora S.A".
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Gancho: Todo de un sorbo. |
Explicamos por qué: es de
público conocimiento que para el momento en que el Munster obtuvo el campeonato
en 2018, Chari ya contaba con 2 helicópteros, 5 enanos con rulos, 3 campos de
golf, el 51% del cuerpo de Odi, y el 100% del pase de los siguientes jugadores:
Leo, Cachito, Nahuel, Joaca, Nico Sanchez, y Santi. En este último caso, el
delantero de baja estatura habría perdido además su alma al apostar todo en una
mano de truco, visiblemente alcoholizado. El Mugre, off the record, llegó a
decir que “El cuerno es un fish, le cantó envido con 21”. Rodeándose de gente
viciosa, el zar del juego y los negocios turbios amasó una fortuna. No
obstante, le sería muy sencillo perderla, cuando en una noche de verano, en un
torneo de ping pong, el Vasco le birló absolutamente todo (incluso a su mujer y
el helicóptero) por un contundente "Siete a cero es partido".
Poco a poco fueron llegando
los jugadores al piso de Jou, desde donde se veía el Uruguay con toda nitidez.
La voz arenosa del nuevo DT fue dando la bienvenida a todos los jugadores, que
a medida que arribaron fueron sentándose junto al Perro. Incluso apareció
Gancho, en determinado momento, a decir que el equipo estaba acabado y que él,
borracho y con un ojo menos, era mejor que “toda esta lacra junta”.
Inmediatamente Tobías quiso pelearlo, pero la cosa blanca de Leo se interpuso y
logró separarlos. Una vez más calmados los ánimos, Gancho tomó el Amargo Obrero
hasta vaciar la botella, mientras Martín y Coco lo acusaban de “gorila” y el
Colo se fumaba un Parissienne con olor a pata. El doctor Fariní ─devenido en actor desde el famoso
comercial donde recomendaba un pegamento para dentaduras mientras se transaba a
una vieja en un geriátrico─, se rascaba un huevo a través de la tela del ambo.
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Dinero y corrupción |
Cuando Gancho ya estaba a punto de beberse un perfume de Jou, llegó Orellana,
que también sería parte del plantel. Dijo que estaría feliz de ser suplente del
Perro, y que estaría orgulloso de lamer su musculosa gris una vez que terminase
de jugar cada partido. Con tantas miradas sobre él, y visualizando el fajo de
dólares que exhibía Cocoy, la resolución no se demoró. Ante la atenta mirada
del Coya, que ofició de escribano, los dedos gordos del Perro rubricaron el
contrato, y hubo aplausos que sellaron el grato momento en que se haría cargo
de la valla del TIM, para sacarlo campeón invicto de la vascogermana, sin atajar
ni un solo partido ya que, casualmente, los rivales nunca se presentarían en
ninguna de las 14 fechas.
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La traffic de Armando |
Al finalizar el torneo hubo
rumores de sobornos, pero sobre eso, hasta el momento, no hay nada probado. “Con
Cocoy hay menemismo asegurado”, dicen que dijo Hernando al enterarse del título,
mientras colocaba un pañuelo con cloroformo sobre la boca de una joven misionera
en las afueras de Oberá y la arrastraba dormida hasta una traffic.
Actualmente el equipo se encuentra desarmado.
Existen versiones sobre un retorno a la liga de padres del Belgrano, tal vez,
bajo un nuevo nombre, ya que el Vasco regresó a Andalucía, los hermanos Zomero
se han vuelto a unir bajo una cirugía de siameses, Tarulli tiene causas de
violación de menores, Malex es heroinómano, y Cocoy está preso en Ezeiza por
evasión millonaria.